La alergia es una respuesta exagerada de nuestro organismo cuando entra en contacto con determinadas sustancias provenientes del exterior.

Las sustancias capaces de provocar una reacción alérgica se conocen como sustancias alergénicas o, simplemente, alérgenos. Los alérgenos comunes son:

  • Polen
  • caros del polvo
  • Esporas de moho
  • Pelo de animales
  • Alimentos
  • Picaduras de insectos
  • Medicinas

Todos estamos expuestos a muchas de estas sustancias y, sin embargo, el alérgeno más grave y más frecuente en nuestro entorno es el EXCREMENTO del ácaro que se pega a las partículas de polvo, causando reacciones como goteo nasal, tos, estornudos, sangrado de nariz, picazón, sarpullidos, especialmente en la noche o al levantarse.

La persona alérgica a una sustancia desencadenará una respuesta exagerada cada vez que entre en contacto con ella, cuando el sistema inmunitario la reconoce y libera químicos como las histaminas para combatirlo, y esto provoca los síntomas de alergias. Para que tenga lugar esta reacción alérgica son suficientes cantidades ínfimas del alérgeno. Las personas alérgicas están predispuestas genéticamente a desarrollar una respuesta exagerada tras el contacto repetido con las materias potencialmente capaces de inducir a una reacción defensiva en el organismo.

Dado que los ácaros son arácnidos microscópicos que se reproducen por millones, y se desarrollan especialmente en lugares húmedos, es importante contar con un análisis de contaminación que permita conocer dónde se encuentra la mayor concentración de ellos, para poder eliminarlos.  Recuerde el sexto principio metafísico: TODA CAUSA TIENE UN EFECTO, TODO EFECTO TIENE SU CAUSA; por lo que eliminar los excrementos del ácaro de una manera efectiva y natural, contribuirá al alivio de las alergias, sin tener que acudir a los químicos que no son más que paliativos con los consecuentes efectos secundarios.